Historias de clientes: Persiguiendo el maillot arco iris

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En Kalas atendemos a una gran variedad de tipos de clientes, que tienen al menos una cosa en común: todos quieren crear su propia ropa de ciclismo diseñada a medida. Entre ellos hay particulares, pequeños grupos de amigos, clubes, equipos, empresas, organizaciones benéficas y eventos. En nuestra serie “Historias de clientes”, algunos de ellos nos cuentan cómo les ayudamos a alcanzar sus objetivos y destacan los aspectos del servicio de Kalas de los que más se beneficiaron.

PERSIGUIENDO EL MAILLOT ARCO IRIS

 

Kalas fabrica ropa de ciclismo a medida para todo el mundo, pero no todo el mundo se ha ganado el derecho de llevar el maillot de campeón del mundo. La ciclista amateur holandesa Martha Maltha pudo hacerlo después de ser campeona del mundo de Gran Fondo de la UCI. Kalas la ayudó con el diseño, pero lo que es más importante, con ropa que se ajusta perfectamente a su altura, 1,86m.

Maltha vive en Sneek, al norte de los Países Bajos. Trabaja como médico en el servicio de urgencias de un hospital, pero también entrena entre 12 y 15 horas a la semana en bicicleta. Es una vida ajetreada y, desde luego, no es el desarrollo habitual para ser campeona del mundo. Pero eso es exactamente lo que hizo en 2022. En Italia, Maltha se proclamó campeona del mundo de Gran Fondo UCI en su categoría de edad. Sin embargo, esta ciclista comenzó su carrera deportiva en un deporte completamente diferente. 

"He jugado al voleibol desde muy joven. Jugué con la selección holandesa en las categorías inferiores e incluso con las absolutas durante un tiempo. Eso no duró mucho porque di prioridad a mis estudios de medicina", dice. "Después de hacer mis prácticas en la isla caribeña de Curaçao, la bicicleta llegó a mi vida. Bueno, … es cierto que ya tuve otra bici en mi época de adolescente en Holanda, muy habitual en mi país como medio de transporte para ir a la escuela. En aquel momento no me gustaba, pero eso cambió más tarde", sonríe. 

"Después de hacer mis prácticas en la isla caribeña de Curaçao, la bicicleta llegó a mi vida."

Maltha compró su primera bicicleta de carreras a través de un amigo que más tarde se convirtió en su pareja. No tenía mucha experiencia, pero siempre estaba dispuesta a enfrentarse a nuevos retos. Cuando le propusieron cubrir una plaza vacante en La Marmotte, una carrera cicloturisa muy montañosa en los Alpes franceses, dijo que sí.

"Nunca había corrido en carreteras montañas, así que mi amiga y yo fuimos unos días antes al Mont Ventoux para entrenar, pero también para conocer las montañas. Esas vacaciones las recuerdo como una de mis mejores vacaciones. Estar activas juntas, estar al aire libre, disfrutar de la naturaleza, tomar un buen rosado con algo de picar después de entrenar, .... Eso fue en 2012 y desde entonces nunca nos vamos de vacaciones sin bicicleta. Realmente forma parte de lo que somos."

Aquella Marmotte llevó a otra, y a más pruebas importantes como el Maratón Dolomiti en Italia en 2016. La competitividad que Maltha desarrollo en el voleibol se reflejaba ahora también en el ciclismo. Principalmente quería superarse a sí misma y empezó a buscar un entrenador. Encontró al conocido médico deportivo Guido Vroemen. "Ya hacía muchos kilómetros, pero luego empecé a entrenar realmente con sentido. Enseguida noté que mejoraba. En mi lugar de trabajo les gusta mucho lo que hago e intentan ser flexibles también. Entreno entre 12 y 15 horas a la semana, pero si tengo una salida larga de seis o siete horas, a veces supero esas 15 horas a la semana. No considero que entrenar sea una carga y disfruto mucho con ello. Mi horario de trabajo no siempre es el ideal, y mi ritmo a veces se altera bastante", prosigue.

"Los turnos de noche son especialmente duros. También estoy obligada a trabajar algunos fines de semana al mes, eliminando de mi agenda las carreras de ese fin de semana. Pero no me quejo, normalmente puedo montar cuando mi cuerpo me lo pide. Eso en el voleibol es imposible, ya que siempre necesitaba a mis compañeras para entrenar. Puedo salir a rodar a la mañana para luego ir a trabajar en el turno de noche. Además, vivo cerca del hospital, así que no tengo que desplazarme".

"Durante la subida pienso mucho. Piensas en todo y también en nada. Cuando estoy en la cima, ni siquiera recuerdo en qué he estado pensando."

En su trabajo como médico de urgencias, Maltha experimenta muchas cosas, desde la fractura de un dedo del pie hasta accidentes graves y muertes. Para ella, la bici es la forma de afrontarlo.

"Necesito moverme. Siempre ha sido así. Si me veo obligada a reducir el tiempo que paso montando en bici debido a una apretada agenda de estudios o de trabajo, lo noto inmediatamente. Mi trabajo es en gran medida un ejercicio mental, por lo que una actividad física es importante para equilibrarlo. Por eso disfruto más escalando puertos largos. Durante la subida pienso mucho. Piensas en todo y también en nada. Cuando estoy en la cima, ni siquiera recuerdo en qué he estado pensando. Me gusta mucho ese ritmo constante, ese fluir que consigues".

Maltha vive en la llanísima Frisia, en el norte de los Países Bajos, donde es fácil no superar los 100 metros de altitud en recorridos de 100 kilómetros. Aun así, escalando se defiende mucho mejor. Ella misma empezó a darse cuenta de ello cuando llegaron los resultados. En 2021 ganó su primer maratón de Dolomiti, tras quedar tercera en 2018 y segunda en 2019.

"Mido 1,86m y muchas de mis competidoras en los Gran Fondos son más pequeñas y ligeras", se ríe. "Cuando empecé a trabajar con Guido Vroemen como entrenador, vio mi potencia en vatios. Me dijo que tenía cualidades para subir al podio. Eso también me sorprendió, pero también me hizo sentir más competitiva. En los Países Bajos a veces participo en carreras, pero el ciclismo en pelotón no es lo mío. El riesgo de caerme y romperme algo es considerable y no me merece la pena. No, ponme más puertos de montaña a pesar de mi altura", dice guiñando un ojo.

"El diseño que hizo Kalas era realmente perfecto. Cuando lo vi en la oficina de Sneek, me convenció a primera vista. Ha resultado ser un maillot muy bonito y lo he disfrutado vistiéndolo."

Maltha no sólo ganó el maratón de Dolomiti, sino también el Campeonato del Mundo de Gran Fondo de la UCI en Trentino (Italia) en 2022. Eso conlleva vestir un auténtico maillot de campeona. Kalas sabía que podría ayudarla.

"Las normas de la UCI sobre lo que está permitido y lo que no en un maillot de campeón del mundo son bastante claras. Los diseñadores pudieron trabajar con eso. El diseño que hizo Kalas era realmente perfecto. Cuando lo vi en la oficina de Sneek, me convenció a primera vista. Ha resultado ser un maillot muy bonito y lo he disfrutado vistiéndolo".

En Kalas no sólo encontró equipaciones a medida, sino también ropa de ciclismo que se adaptaba a la forma de su cuerpo. Como ex jugadora de voleibol, alta, delgada y de complexión atlética, no tiene lo que algunos describirían como una forma corporal femenina "típica".

"Antes de hacer el diseño, ya visité la sala de exposición de Kalas en Sneek. Me enseñaron todo el equipo y me probé todo tipo de prendas. Me aconsejaron activamente lo que me iría bien en diferentes condiciones climáticas o competiciones. Me sorprendió gratamente cuando me dijeron que también podía personalizar monos y maillots de corte unisex más largos pero no más anchos. En las tallas estándar de otras marcas, los maillots a menudo se me subían. A pesar de mi estatura, tengo una complexión delgada y atlética, por lo que necesito una talla pequeña. Pero esos otros maillots también eran bastante cortos. Ahora visto maillots que no me los tengo que bajarlos constantemente. Eso proporciona mucha más comodidad."

"Me sorprendió gratamente cuando me dijeron que también podía personalizar monos y maillots de corte unisex más largos pero no más anchos."

"También me gustan mucho los monos que no llegan hasta la mitad del muslo, sino hasta la rodilla", sonríe. "Además de la comodidad, esas tallas más largas proporcionan sobre todo una imagen estéticamente más bonita, creo. Me siento muy bien con esta ropa. En realidad, sólo sabes lo que te faltaba en ropa cuando vistes una equipación nueva que realmente te queda bien."

A Maltha le gustó mucho el recorrido de los Campeonatos del Mundo de este año en Glasgow, pero ese día no tuvo piernas. "Como el recorrido era relativamente llano, con sólo 1.500 metros verticales, la carrera se mantuvo muy igualada. Pude mantener fácilmente mi posición a pesar de las piernas, pero por desgracia en la pendiente final se me salió la cadena. Me llevó demasiado tiempo volver a colocarla. Era demasiado tarde para volver al primer grupo y por eso terminé en séptimo lugar. El año que viene, los campeonatos del mundo se celebrarán en Aalborg (Dinamarca). Todavía no se ha anunciado el recorrido, pero espero estar allí para volver a luchar por el título, y por ese maillot", dice con una sonrisa.

"Aunque ya no pueda llevar el maillot de campeona, ahora tengo muchas más cosas bonitas de Kalas en mi armario. El maillot PASSION Z3 Temps es uno de mis favoritos, ya que me lo pongo en primavera y otoño, así como por la mañana y por la noche, antes o después de mis turnos en el hospital. Los colores que he seleccionado de esa colección PASSION son preciosos, pero preferiría volver a ganarme el derecho a llevar un año más mis propias prendas personalizadas con el diseño arco iris. Esa es la máxima motivación para el próximo Campeonato del Mundo".

 

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